La neuroarquitectura es un campo de investigación multidisciplinario que se ocupa de la interacción entre el entorno construido y el cerebro humano. Combina conocimientos de las neurociencias, la psicología, la arquitectura y otras disciplinas relacionadas para entender cómo el diseño de espacios y edificios influye en nuestras reacciones cognitivas, emocionales y fisiológicas. Nuestras reacciones a los edificios son influenciadas por la región del hipocampo en el cerebro. Hoy en día, contamos con herramientas científicas avanzadas como la resonancia magnética funcional (fMRI) y la electroencefalografía (EEG), que nos permiten medir la actividad cerebral y las reacciones fisiológicas de las personas en diferentes entornos.
Simplificadamente, la neuroarquitectura se refiere a las diferentes reacciones que el cerebro del usuario genera cuando se encuentra en un entorno determinado. Estas reacciones neuronales pueden cambiar tanto a corto como a largo plazo el estado de ánimo y el comportamiento de los usuarios en cualquier espacio.
Además de otros parámetros, estos efectos se pueden medir mediante el análisis de los siguientes parámetros:
Estimulación cerebral (en regiones del cerebro que están activas durante el tiempo que el usuario permanece en el entorno);
La idea de que el entorno construido tiene un impacto en el bienestar y el comportamiento de las personas no es nueva. Ya en la antigüedad, los arquitectos estaban intuitivamente interesados en crear espacios que debían evocar ciertas emociones y reacciones. Por ejemplo, en los templos se utilizaron características arquitectónicas específicas para inducir, por ejemplo, asombro o elevación espiritual.
La charla de Ted de Siamak Hariri aborda este aspecto a través del ejemplo del Templo Bahá'í.
La neuroarquitectura tiene como objetivo aplicar estos hallazgos científicos para optimizar el diseño de espacios y edificios. A través del uso intencionado de colores, formas, luz, materiales y distribución del espacio, se puede, por ejemplo, reducir el estrés, fomentar la concentración o crear una atmósfera agradable.
La comprensión de la neuroarquitectura está influyendo cada vez más en áreas como la atención médica, la educación y la planificación urbana. Puede ayudar a hacer que los hospitales sean más amigables para los pacientes, a hacer que los entornos de aprendizaje sean más efectivos y a planificar ciudades habitables.
Michael Murphy habla en su charla de Ted sobre la contribución que la arquitectura puede hacer para apoyar los procesos de sanación.
Ejemplos destacados de la aplicación de la neuroarquitectura en el diseño de hospitales y centros para pacientes con cáncer son los Centros de Maggie distribuidos por todo el Reino Unido, diseñados entre otros por Frank Gehry, Heatherwick, Snøhetta o Zaha Hadid. Esta última también diseñó el Centro de Aprendizaje y Biblioteca de la WU Viena.
La neuroarquitectura es, sobre todo, en el diseño de instituciones educativas, algo indispensable. La conexión entre educación y arquitectura también es abordada por el Homereport 2023. y establece conceptualmente la interacción bajo el término "Edutecture". Edutecture está de moda.
Así, el Premio RIBA Stirling al mejor nuevo edificio de Gran Bretaña en 2021 fue otorgado a la nueva Town House de la Universidad de Kingston, un complejo de edificios cuya construcción costó 50 millones de libras. También en 2022, el premio fue otorgado a una institución educativa: la nueva biblioteca del Magdalene College.
Asimismo, la biblioteca diseñada por Rem Koolhaas y Joshua Prince-Ramus (Biblioteca Central de Seattle) es un ejemplo impresionante de cómo la arquitectura utiliza la luz natural, el diseño flexible de espacios y conceptos de espacio innovadores para crear un entorno inspirador para el aprendizaje y la investigación.
La educación sigue hoy en día un enfoque pedagógico diferente en la sociedad del conocimiento, en comparación con la época de la industrialización. En contraste, la apariencia de los centros educativos, que siempre reflejan los valores pedagógicos, culturales y sociales en el momento de su construcción, cambia solo lentamente. Sin embargo, conceptos emocionantes y proyectos piloto ya muestran cómo se pueden replantear los espacios de aprendizaje. "Los avances en neuroarquitectura, como la influencia del aire, la luz y los sonidos en el bienestar humano, están revolucionando la forma en que se implementa la educación y se construyen los espacios educativos", afirma Oona Horx Strathern en el Homereport 2023.
La empresa Ecophon desarrolla, por ejemplo, nuevos métodos de amortiguación del sonido para escuelas y jardines de infancia, con el fin de crear un entorno de aprendizaje tranquilo. Los desafíos acústicos son causados por superficies duras que reflejan el sonido, pero pueden ser reducidas mediante paneles acústicos flotantes. Esto no solo mejora la calidad auditiva, sino que, curiosamente, también el sabor de la comida escolar.
También la estrecha conexión entre el sentido del olfato y la experiencia del espacio se estimula a través de nuevos conocimientos de la neuroarquitectura. Arquitectos como Steven Hall, Peter Zumthor y Juhani Pallasmaa promueven un concepto de arquitectura sinestésica, donde los olores desempeñan un papel tan importante como la visión. Alvar Aalto ha moldeado esta idea de manera significativa. Para él, la arquitectura se compone de luz, sonidos y olores. Sus edificios huelen a las fragancias de los bosques finlandeses. En la planificación del espacio, se utilizan conscientemente los olores para crear experiencias espaciales definitorias. Una estrategia que se basa en el conocimiento de que la identidad de un lugar no solo se vive visualmente, sino que en primer lugar se experimenta olfativamente, y que precisamente esta interacción entre estímulos visuales y olfativos determina la experiencia del espacio. *
En la arquitectura también se aplican especialmente los diferentes principios neuroestéticos como la simetría, las proporciones, la coloración, los materiales naturales, la luz y la sombra para crear entornos estéticamente agradables.
Un ejemplo destacado y galardonado de cómo diseñar una propiedad residencial exclusiva según los principios de la neuroarquitectura es la Villa las Nubes en el sur de España, que actualmente forma parte del portfolio de AKKADIA.
Es el ejemplo perfecto de cómo los principios neuroestéticos pueden aplicarse en la arquitectura para crear entornos estéticamente atractivos y agradables, que evocan reacciones emocionales positivas y pueden influir en el bienestar de las personas.
Último pero no menos importante, la Bienal de Arquitectura 2023 en Venecia también muestra que la interacción entre emociones y espacio está en la vanguardia de la actualidad. En el libro “El poder emocional del espacio” se cita al arquitecto finlandés Pallasmaa, quien resume esta fusión de la siguiente manera:
"Siempre que entro en un espacio, inmediatamente el espacio entra en mí. La arquitectura es un intercambio. No estoy mirando la arquitectura, sino que encuentro la arquitectura en mí."