Para calcular el valor de una propiedad, existen tres métodos de valoración posibles: el método de valor comparativo, el método de valor sustantivo y el método de valor de ingresos. El método que se aplica en la valoración depende de la propiedad que se va a evaluar. Sin embargo, también es posible aplicar varios métodos de determinación del valor al mismo tiempo. Según la ley de valoración de bienes raíces, esto puede ser necesario para poder tener en cuenta todas las circunstancias que determinan el valor de la propiedad.
En un procedimiento de comparación, el valor de la propiedad se determina mediante la comparación de los precios de compra de propiedades similares. A partir del inventario de objetos comparables se calcula un precio medio. En este caso, se aplica: cuanto más precios de comparación se incluyan en este cálculo, más precisa será la estimación. La antigüedad de la propiedad, el consumo de energía o el equipamiento se tienen en cuenta mediante recargos y descuentos en el resultado. Este procedimiento se aplica, por ejemplo, en apartamentos de segunda mano, terrenos para construir o casas en fila.
En este procedimiento se determinan el valor del suelo y de construcción, así como los valores de otros componentes de la propiedad. Esto incluye, si es adecuado, el equipamiento o la dotación del objeto. También aquí se incluye la depreciación debida a la edad, la ubicación, los costos de construcción, etc. El método del valor de capital se aplica, por ejemplo, en proyectos de nueva construcción o casas unifamiliares y bifamiliares.
En el método del valor de rendimiento, el valor de la propiedad se determina mediante la capitalización de los ingresos netos generados por este objeto. Este método se utiliza principalmente en propiedades de alquiler, como por ejemplo, casas multifamiliares o edificios de uso comercial y oficinas, así como en edificios de apartamentos. A los inversores de capital no solo les interesa la ubicación, las instalaciones, etc., sino sobre todo cuánto pueden generar con esta propiedad.
Además de estos tres métodos, también hay otros criterios que deben tenerse en cuenta para evaluar una propiedad. Para que se pueda determinar el valor real de la manera más exacta posible, deben considerarse tanto las características de la propiedad, como la ubicación, el año de construcción, la superficie útil y habitable, las instalaciones y el estado, así como el certificado energético, como factores legales, tales como derechos de uso especial y la cantidad de la reserva para reparaciones. Estos criterios tienen un peso diferente entre sí. Por ejemplo, una casa con una mayor superficie habitable puede ser más barata que una casa pequeña, y eso solo debido a la ubicación.
En principio, la interacción de todos estos criterios relevantes es decisiva para la valoración. Un tasador de bienes raíces profesional y experimentado tiene en cuenta todos estos factores para determinar el valor de la manera más precisa posible. Porque un valor de propiedad bien determinado no solo acelera la intermediación, sino que también logra el mejor precio posible para el vendedor.
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